domingo, 20 de mayo de 2012

Las manias más comunes y sus causas

La onicofagia 


 

Definición: Hábito compulsivo de comerse las uñas. Las personas nerviosas están más predispuestas. El borde libre desaparece y la uña se sumerge en el lecho ungueal. Su reiteración en el tiempo provoca lesiones varias, como la inflamación y elevación de los bordes laterales o incluso formaciones verrugosas secundarias a la hiperplasia cuticular. Los hábitos de morderse las uñas más agresivos pueden provocar hemorragias subungueales y pérdida de tiras ungueales, que pueden dejar espolones ungueales residuales o conllevar la pérdida de toda la uña. Los desperfectos a nivel de los pliegues ungueales, como son las cutículas y padastros, pueden manifestarse en forma de "paroniquia crónica" (inflamación aguda del tejido celular de los dedos) con exacerbaciones infecciosas agudas. En los casos severos se produce un deterioro de la placa ungueal y la formación de cicatrices locales con distrofia de toda la unidad ungueal y anomalías de la matriz. 

Las uñas mordidas y posteriormente ingeridas pueden impactarse en la faringe y producir reacciones inflamatorias. También pueden aspirarse y pasar al árbol bronquial favoreciendo sobre infecciones o diversas complicaciones en el tejido pulmonar. Pero lo más habitual es que pasen al tubo digestivo y acaben mezclándose con las heces al final del trayecto dada la imposibilidad de digerir el resto ungueal. 

Las uñas son herramientas que se nos han brindado para facilitarnos la tarea de coger cosas, abrir objetos así como proteger de agresiones externas el extremo de los dedos. Un dedo sin uñas es un dedo amputado que no puede desempeñar todas sus funciones como es debido. Igualmente morderse las uñas desde temprana edad puede provocar cuando esta es intensa y se prolonga en el tiempo hipertrofia de los tejidos adyacentes, retroceder la raíz ungueal del borde de la uña, y llevar a graves alteraciones en la estética dental y bucal.
 


Causas que pueden llevar al hábito de comerse las uñas: 

Causas psicológicas: 
Estados obsesivos, compulsivos, agresividad o como forma de calmar momentos de nervios, ansiedad , angustia etc.. Cualquiera de estos estados puede desencadenar inconscientemente y de una manera frenética un impulso de comerse las uñas. El estrés, dificultades para resolver problemas cotidianos que sean sociales, Laboral o escolar (exámenes) son causas frecuentes que pueden desarrollar un complejo que lleva a una persona a comerse las uñas. 

Causas psicosomáticas: 
Es difícil agrupar en un mismo patrón a la cantidad de personas que sufren este mal hábito por causas psicosomáticas. Pero en los casos muy severos en formas más conscientes de lesiones autoinfligidas, podemos enumerar algunos de los rasgos distintivos que pueden favorecer actitudes negativas y influir emocionalmente en el comportamiento del sujeto durante la niñez, adolescencia y hasta la edad adulta. Por ejemplos: Cambios dramáticos en la unidad familiar, no asumir la pérdida de un ser querido, violencias y disputas domesticas reiteradas ante el sujeto, divorcios y separaciones de los padres, rechazo a los padrastros o madrastras, rechazo a la incorporación en la familia a nuevos hermanos y hermanas, malos tratos y humillaciones, presión por los estudios en el ambiente familiar o escolar, y un sin fin de otras causas. Pero en la mayoría de estas causas las frustraciones acumuladas, la timidez y la baja autoestima son los rasgos más significativos que llevan al sujeto a morderse las uñas. Desaparecerá esta manía cuando se adquiere confianza y seguridad en el área familiar, escolar o laboral. 



Hurgarse la naríz 



 


Un neumologo australiano asegura que los niños que se meten el dedo en la naríz, y además se comen los mocos, tendrán una vida más sana y además saludable. 

 Meterse el dedo en la nariz siempre ha sido considerado como un acto de muy mal gusto y falta de educación. Pero si además se ingiere el botín obtenido, la actividad dactilar se convierte en algo desagradable ante los ojos de la sociedad actual. Sin embargo, todo es cuestión de costumbres, porque para el médico austriaco Friedrich Bischinger, un conocido y famoso neumólogo, el hecho de escarbar con el dedo en las fosas nasales es un acto muy sano y por supuesto, si además se ingiere el moco obtenido, también muy saludable. "Con los dedos se llega a partes del interior de la nariz que no se puede llegar con un pañuelo y de esta manera, se mantiene el interior de la fosa nasal limpio" afirmó este especialista austriaco. Al mismo tiempo, Bischinger recomienda a los padres que animen a sus hijos con estas prácticas, en vez de reñirles cuando lo hacen. 

Y es que el asunto tiene su explicación porque según el galeno, y desde el punto de vista médico, el hecho de meter el dedo en la nariz y comerse después el moco es "de sentido común y muy natural en el ser humano, ya que esto es una buena manera de reforzar el sistema inmunológico". 

La nariz funciona como un filtro donde se concentran las bacterias que, con el aire, intentan entrar en nuestros pulmones."Cuando nos comemos el moco, éste funciona como una especie de vacuna", dijo el doctor Bischinger y añadió también que la medicina moderna intenta hacer lo mismo, pero de una forma algo más complicada. "La gente que se mete el dedo en la nariz y después se come los mocos, consigue reforzar su sistema inmunológico de una forma natural y gratuita" asegura Friedrich Bischinger en la página de Ananova.com. 

Los niños suelen practicarlo de forma instintiva pero, la presión social hace que cuando son mayores dejen de hacerlo. "Yo sólo pido que se vea de otra forma pero que se anime a los niños a meter el dedo en la nariz, ya que es algo muy natural y, desde el punto de vista médico, es una idea maravillosa" dijo el neumólogo. 

Por otra parte, otros investigadores británicos y estadounidenses ya habían señalado recientemente que el acto de meterse un dedo en la nariz es una actividad estimuladora de una parte del cerebro, y también, afirman en su conclusión, que se debería animarse a los niños a que lo hagan con más frecuencia. 




Esa manía de apretar los dientes: bruxismo 


 

Apretar los dientes, rechinarlos, eso puede ser la manifestación de una enfermedad que a la larga puede hacer muchodaño. Bruxismo es el rechinar o apretar de los dientes que padecen algunas personas durante el sueño o en situaciones queproducen ansiedad o tensión. El bruxismo se presenta más a menudo en la primera parte de la noche y puede molestaro preocupar a quien duerme al lado. 

Algunas personas producen tanto ruido con este rechinar o apretar de los dientesque no son capaces de hacerlo cuando están despiertas o relajadas. Otras no hacen ningún ruido y niegan padecer esta dolencia hasta que se descubre daño en los dientes o en la mandíbula. El bruxismo puede ser moderado y ocasional o frecuente y violento. Algunas personas con bruxismo aprietan sus dientes con regularidad mientras otras pasan días o semanas sin hacerlo. Esta dolencia es el tercer desorden del sueño más común después de hablar dormido y roncar. 

Las investigaciones hechas al respecto han mostrado que las personas con bruxismo tienden a roncar o a tener pausas en la respiración durante el sueño y llegar a padecer apnea del sueño. Es muy difícil calcular cuántas personas padecen bruxismo, sin embargo, se estima que esta enfermedad afecta entre el 10 y el 20% de la población. El tratamiento puede ayudar a reducir el dolor que produce el bruxismo y prevenir mayores daños a los dientes; el procedimiento específico depende de la causa subyacente al bruxismo en cada caso. 

Síntomas y causas: 
Entre los síntomas del bruxismo están:
 
1. Rechinar o apretar severo y ruidoso de los dientes durante el sueño o, mientras se está despierto en momentos de ansiedad o estrés. 
2. Puntas de los dientes gastadas, aplanadas o melladas. 
3. Esmalte gastado y exposición del interior del diente. 
4. Aumento en la sensibilidad de los dientes. 
5. Tensión en la mandíbula o contracciones musculares. 
6. Dolor mandibular o tensión en los músculos de la mandíbula. 
7. Ruido, como un sonido de clic, o atascamiento de la mandíbula. 
8. Dolor de oído debido a contracciones violentas de la mandíbula y no al oído mismo. 
9. Dolor de cabeza sordo en las mañanas. 
10. Dolor crónico en la cara. 
11. Morderse el tejido del interior de la boca.
 

Los médicos no entienden completamente las causas del bruxismo. En algunos casos el problema se deba a una alineación anormal de los dientes de arriba con los de abajo, una mala oclusión. Más frecuente, sin embargo, el bruxismoes causado por factores sicológicos: Ansiedad, estrés o tensión; frustración o enojo reprimidos; personalidad agresiva,competitiva o hiperactiva. El bruxismo puede ocurrir a veces como una complicación de lesiones cerebrales graves o como síntoma de desórdenes neuromusculares que involucran la cara. También puede ser un raro efecto secundario de medicamentos siquiátricos como los antidepresivos. 



Tricotilomanía o arrancarse el pelo 


 

El estrés y la ansiedad favorecen la obsesión por arrancarse el cabello. 

Síntomas y consecuencias 
Por lo general, las personas enfermas se comportan casi siempre de la misma manera. Momentos antes de arrancarse el pelo experimentan una tensión cada vez mayor, a la que sigue una sensación de "bienestar y gratificación" originada por la molestia que provoca el tirón capilar. 

Posteriormente, existen varias alternativas. Así, mientras algunos juegan con el pelo haciendo bolitas, otros lo rompen en trocitos, hacen montones o, directamente, se llevan el cabello a la boca. "La sintomatología es la misma en niños y en adultos. Lo que hay que conseguir con ambos es transformar el control de los impulsos", precisa María Jesús Mardomingo, jefe de la sección de Psiquiatría Infantil del Hospital Gregorio Marañón. 

Respecto a la edad, se trata de un trastorno que aparece con más frecuencia entre los tres y los siete años y que se detecta gracias a las zonas de calvicie que aparecen después de arrancarse el pelo. En el caso de los niños, estas áreas se concentran generalmente en la cabeza, ya que sienten menos vergüenza de que la gente les descubra, mientras que los mayores, con la intención de ocultar su problema, recurren a zonas menos visibles. 




Se dan casos en los que el problema empieza arrancando el pelo a otras personas o animales y cabe la posibilidad de que el paciente presente otras manías como morderse las uñas o arrancarse las pieles de los dedos.
 

Consecuencias 

Pese a que el enfermo puede empezar a arrancarse el pelo de manera casual y dar lugar a un trastorno pasajero, lo más habitual es que esta necesidad se vaya acrecentando con el paso del tiempo, de manera que el cabello, como consecuencia de los tirones, acabe presentando una imagen distinta, con apariencia de haber sido comido por polillas. "El problema estético que se crea es importante", manifiesta Jerónimo Sáiz. 

En el plano personal, las consecuencias también son visibles. "Los pacientes no se controlan en los tirones, así que acaban teniendo una deficiente imagen personal, unida a una baja autoestima. Se sienten avergonzados por esa manía de arrancarse el pelo y huyen de la gente para ocultarlo", describe María Jesús Mardomingo. "Tiene mucha repercusión en el entorno social", añade. 

Ante esta situación, los enfermos suelen negar categóricamente su problema y tratan de esconder las calvas mediante la acción del maquillaje o la ayuda de un estilista, que les recomendará la mejor peluca. 

A todo esto hay que sumar, además, la posibilidad de complicaciones digestivas derivadas de la ingesta de cabello. Un trastorno que se conoce como tricofagia y que afecta, sobre todo, a los más pequeños, caracterizado por la presencia de náuseas y vómitos, así como por la pérdida de peso. 

La tricofagia está originada por la ingesta de todo el pelo o parte de él, de manera que si se consumen cantidades importantes es muy posible que se acaben desarrollando bolas de cabello que quedan atrapadas o retenidas en el estómago o los intestinos.
 



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